vidas alternativas

Servicio público

«Alguien me está tocando el culo.

Hace como diez cuadras.

No en forma grosera.

No.

Es una especie de vaivén suave que hace que yo espere el nuevo contacto.

Lo viene repitiendo una y otra vez.

Tendría que correrme un poco o armar lío.

En una de esas, si me doy vuelta y le echo una mirada fulminante, se deja de joder.

Seguro, ¿qué se cree?

Ahí me toca de nuevo pero esta vez lo hace más despacio.

Parece que se regodeara con este jueguito perverso.

Me acaloro, me cuesta tragar saliva.

Algo tengo que hacer.

No puede ser que esté sudando como una imbécil mientras un tipo me apoya en el colectivo.

Y yo sin reaccionar.

Tengo que hacer algo.

Ahora se aparta.

Parece que ya no va a tocarme más.

Menos mal, porque iba a armar un escándalo bárbaro.

Me da bronca porque justo lo iba a deschavar delante de todos.

Se nota que se dio cuenta.

No sé por qué sigo teniendo la boca seca.

Me toca de nuevo.

El corazón se me dispara.

Pero no, o es el mismo.

Este fue un roce tosco, como al descuido.

Como alguien que pasa y se va.

Me estoy corriendo para dejar bajar a la gente.

Toda mi piel está a la expectativa.

Me angustio.

Descubro que lo estoy buscando.

Quiero que me siga apoyando.

Seguir con el perverso vaivén.

Suave.

Cálido.

Clandestino.

Sabiendo que me muero de ganas de sentirlo de nuevo.

Sintiéndome cada vez más sola.»

 

461284c0

Alfredo Bracaccini. «Vidas alternativas». Editorial De Los Cuatro Vientos, 2007.